sábado, 7 de agosto de 2010

Acerca de Sal sol:
Obitual Pérez, aparece una vez más con un poemario que constituye parte de una voz que comienza a sonar con fuerza. Es un canto de eternidad hacia todos aquellos mortales e inmortales que tengan la libertad de poder sumergirse en su mundo luminoso de poesía.
La búsqueda de la luz, aquella que habita en la caverna de los tiempos, resurge en las palabras de Obitual, se nota en su camino un peregrinaje hacia el encuentro del conocimiento, viajando en una transformación alquímica para dejar un legado a los seres humanos que duermen sobre la faz de la tierra.
Aquellos que se apartan del camino establecido por el sistema social de turno, tienen la visión del ojo cosmológico que trasciende las limitaciones mentales impuestas por el ego. La senda de la verdadera espiritualidad radica en abandonar todas las cuestiones falsas que nos imponen desde que nacemos.
Obitual Pérez, no pretende nada, sólo escribe cuando tiene ganas y nos deja un mensaje de búsqueda infinita hacia esa luz. Claro que muchos gritarán: ¡Está loco!. Y es una locura maravillosa porque si estuviera cuerdo no podría plasmar el dictado de su corazón, mucho menos ver el sentido del absurdo universal.
Juan Pomponio
poeta argentino


Algunos poemas de Sal sol…


Es verdad
El calor confunde.

Tras las tinieblas
protegidas por el sol
hay otro sol

auténtico

infinito.






Los sopladores y su avaricia
se abalanzaron en cayapa
sobre el niño ingenuo.

Huyeron fugaces
con bolsillos llenos
de oro sin valor

mientras el oro potable
desparramado en el piso
se volvió antropomorfo

y curó al niño las heridas.






Llueven soles
paraguas e impermeables
se derriten
los techos se calcinan
la gente que huía ha muerto
el agua y las plantas
permanecen intactas

los niños juegan desnudos.

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